Las elecciones en Estados Unidos realizadas el pasado 3 de noviembre siguen en disputa mas de una semana después de haber concluido.
Esto es sorprendente pues se supone que se trata de elecciones en el país con la tecnología más avanzada para este tipo de procesos.
Lo que ocurre es que el candidato republicano, Donald Trump recurre de nuevo a los artificios que en algún momento le sirvieron al ex presidente Bush para que fuera la Corte Suprema de Justicia la que decidiera a quien le corresponde la presidencia aunque esto no este de acuerdo ni al voto ejercido por la ciudadanía ni a los votos electorales, que son los que terminan decidiendo quién gana.
Este sistema de los votos electorales no reflejan siempre lo que la mayoría de votantes dicen con su papeleta.
Así fue como en el año 2016, Trump terminó ganando las elecciones a pesar de que la candidata demócrata la Sra. Clinton, tuviera mayor número de votos.
Pero ahora cuando los votos del electorado de ese país, y los votos del Colegio Electoral se expresan mayoritariamente a favor del candidato demócrata Joe Biden, la estrategia del actual presidente y candidato republicano, el Sr. Trump, es lanzar muchas acusaciones y demandas contra el proceso electoral, afirmando que ha sido un proceso corrupto y lleno de fraudes a todo nivel, para que no haya resultados inmediatos y se termine yendo todo a manos de la Corte Suprema de Justicia donde tiene el favor de la mayoría de sus miembros que con seguridad terminarían votando por él, por el Sr. Trump como el virtual presidente electo.
Así las cosas no es extraño escuchar al ex director de la CIA, ahora jefe del Departamento de Estado, expresando que habrá una transición tranquila entre el primero y el segundo mandato del presidente Trump, cosa que ha llamado mucho la atención del mundo dentro y fuera de los Estados Unidos, y que muestran hasta donde están tratando de llevar las cosas los dos partidos mayoritarios en ese país.
Algunas personas afirman que no habrá resultado final sino hasta el 14 de diciembre. Sorprende escuchar eso de un país que se quiere proyectar como una gran democracia, pues no es lo que se espera de ese proceso electoral.
Así las cosas hay que seguir esperando a ver que partido termina ajustando las cosas a su medida, a su interés, para que se termine definiendo quien será el próximo presidente en esa nación.
Es curioso, pues pese a todos esos problemas la OEA no dice nada y justifica todo, muy al contrario de lo que opina cuando hay elecciones en otro país de América Latina, donde cualquier retraso es señalado como señal de fraude, especialmente cuando se trata de un país donde gobierna un partido o movimiento que busca rescatar su soberanía nacional.
Esperemos a ver que lecciones entre comillas nos deja esta elección presidencial en los Estados Unidos.